Reflexión sobre el XL aniversario de la declaración pastoral de los obispos sobre las personas con discapacidades

El 16 de noviembre marca el aniversario número 40 de la “Declaración pastoral de los obispos católicos de los EE. UU. sobre las personas con discapacidades.” Se trata de un momento importante para analizar todo lo que ha sucedido desde entonces, así como también reconocer la orientación y el desafío que seguimos encontrando hoy en día en esas palabras.

En tan solo 35 párrafos se definió una base fundamental para lograr que la Iglesia se acercara a las personas con discapacidades, a fin de atender de la mejor forma posible el desarrollo espiritual, intelectual, moral y físico de todos.

De hecho, esta declaración pastoral se convirtió en un mandato para la creación de un organismo nacional que serviría como centro de recursos para diócesis y parroquias que trabajaran conjuntamente por y para aquellas personas con diversas discapacidades, así como también para colaborar con sus familias. Hoy en día este organismo se conoce como la Colaboración Católica Nacional para las Discapacidades (National Catholic Partnership on Disability).

Se nos recuerda que todo esfuerzo de acercamiento pastoral se origina en la dignidad de cada persona, lo que nos lleva a proteger los derechos de los demás, incluyendo no solamente el derecho a la vida sino también a la educación, al empleo, la vivienda, además de acceso a un cuidado personal decente y apoyo humano. Tales derechos se extienden también a la plena participación en la vida parroquial, lo que incluye en primer lugar la vida litúrgica y sacramental de la parroquia, pero que también abarca la evangelización y la catequesis, así como otras oportunidades de formación de fe y social. Esta participación no es meramente como personas que reciben servicios sino también como personas que tienen el deseo y la capacidad de servir.

Inclusive más allá de los derechos, nuestra respuesta cristiana tiene su origen en un amor comprensivo que nos lleva a apoyarnos mutuamente en las dificultades de la vida y a reconocer los dones incalculables y los aportes que realizan a nuestra comunidad las personas con discapacidades, al igual que el testimonio que nos dan a cada uno de nosotros.

Me complace reconocer este importante aniversario y animo a los fieles en nuestra arquidiócesis a que se familiaricen con este documento que se encuentra a disposición a través del sitio web de la Conferencia de Obispos Católicos de los EE. UU.: http://www.usccb.org/beliefs-and-teachings/what-we-believe/catholic-social-teaching/upload/Pastoral-Statement-of-U-S-Catholic-Bishops-on-Persons-with-Disabilities.pdf.

Reverendísimo Charles C. Thompson
Arzobispo de Indianápolis